Creo que sería genial que todas las personas tuvieran un coach, terapeuta o mentor para esos momentos en que buscamos guía, orientación o simplemente escucha activa.

Somos mamíferos, seres relacionales, sociales, gregarios. Necesitamos juntarnos con nuestros semejantes, compartir, crecer juntos y apoyarnos mutuamente. No obstante, a menudo nuestra sociedad es demasiada crítica, exigente, competitiva y racional. Y nos sumimos en el mundo de los juicios y los debería, perdiendo nuestra verdadera esencia y rumbo vital.

Solo para cuadrar y no ser rechazados.

Por esto, junto a mi equipo, te propongo un espacio para ti; sin juicios, sin jerarquías, sin consejos de padres y con el corazón abierto. Un espacio para que puedas ser quien realmente eres, o al menos empezar a intuirlo. Donde todo lo que surja pueda ser incorporado en la terapia, donde, después de ir quitando capas y capas de máscaras, llegar a tu necesidad primordial.

El proceso psicoterapéutico es un camino de redescubrimiento de uno mismo, para volver a la autenticidad del ser y aprender herramientas con las que empezar a darnos aquello que necesitamos. Aquello que necesitamos para sentirnos centrados y en paz con nosotros mismos.

Nuestra herramienta principal para ayudarte es nuestra propia resonancia y sentido común. Creeemos que lo más importante es poder acompañar al otro desde el respeto libre de juicio.

Además, en La Silla Vacía estamos formados en otras técnicas como el trabajo corporal, las Constelaciones Familiares, el Eneagrama, la Logoterapia, etc que potencian la terapia y complementan muy bien con la Gestalt.